Después de la oración inicial, el arzobispo de Santiago, don Julián Barrio, nos habló de salir a las periferias existenciales de los jóvenes. La mañana continuó con unos talleres muy interesantes y un tiempo de compartir después de la comida.
Por la tarde, recordamos la Jornada Mundial de la Juventud de Rio de Janeiro de la mano de don Alfonso, obispo de Lugo. Y para acabar el día de la mejor manera posible, celebramos juntos la Eucarístia y disfrutamos de la proyección de la película “Un Dios prohibido” acompañados por su director.
No hay comentarios:
Publicar un comentario