Muchos
de nosotros, en especial los jóvenes, podemos caer en la tentación de pensar
que el tiempo de Cuaresma no va con nosotros; y estamos equivocados.
Este
tiempo de profundización en la vida y en la fe, tiene un gran valor educativo,
de manera particular, para nosotros los jóvenes, llamados a orientar con
claridad nuestra vida.
Son
tres los gestos que nos pueden ayudar a vivir mejor este tiempo de cambio:
-el
ayuno, como muestra de solidaridad y dejando atrás el egoísmo y el
individualismo.
-la
limosna, fomentando el compartir.
-y
por último la oración, abrir nuestra vida al diálogo con Dios para formar de
realmente una verdadera fraternidad humana.
Hoy es miércoles de Ceniza, comienza la Cuaresma
y no estamos lejos de ponernos al día.
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