El pasado viernes 31 de
agosto, a las 23:00 horas, un grupo de más de 50 jóvenes acompañados por
nuestros padres, amigos y sacerdotes, nos reuníamos en el patio del Obispado
para emprender un año más nuestra peregrinación al Santuario de los Milagros;
este año acompañados de manera especial por nuestro Obispo Monseñor Leonardo
Lemos que presidió el pequeño acto de despedida y nos impartió la bendición
antes de partir hacia el Monte Medo.
Paso a paso, sin prisa pero
sin pausa; entre risas, cantos, rezos y alguna entrevista a la tele que este
año nos acompañó; fuimos completando los
kilómetros que nos llevaron a los pies de nuestra Madre.
Nada más llegar, nuestros
seminaristas del Mayor nos esperaban en la puerta para brindarnos una acogida
excepcional, un detalle ante el que nadie quedó indiferente.
A las 7:30 horas, las naves
del Santuario estaban llenas, los rostros jóvenes abundaban en el templo, y de
nuevo nuestro Obispo se quiso hacer presente entre nosotros para presidir la Eucaristía. Sus
palabras fueron de pastor, de padre, de amigo..., animándonos a potenciar y
hacer valer nuestros talentos y recordándonos las palabras del beato Juan Pablo
II “no tengáis miedo” nos hizo ver que somos una parte importante para la Iglesia y que merece la
pena ser testigos del crucificado-resucitado en nuestros ambientes.
Los jóvenes agradecemos de
corazón el esfuerzo del señor Obispo por hacerse presente entre nosotros
durante esta peregrinación de a los Milagros; tanto en la despedida como en la Eucaristía. Sus
palabras todavía resuenan en nuestros corazones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario