¿Sabéis que? ¡¡Fuimos capaces de invitarlos!! ¡¡El miedo de antes de comenzar no nos paralizó!! ¡¡Y vinieron!!
¡¡Jóvenes por la noche entraron a estar un rato con Jesús en la iglesia!!
Para hacer esto nos estuvimos preparando durante toda la tarde:
Primero tuvimos un momento que llamamos de "coffe break" para estar entre nosotros, conocernos y hablar de lo que íbamos a hacer esa noche.
Después tuvimos dos momentos de formación, también para lo que íbamos a hacer por la noche: llevar la luz de Jesús a otros, ser sal del mundo.
Cenamos y tuvimos un momento de adoración para nosotros, para estar con Jesús, ya que el momento de después iba a ser para los jóvenes que estaban en la calle. Nuestro obispo Don Julián vino para hacernos el envío y bendecir a cada ministerio: a los de música, a intercesión, a los que salían a la calle y a los que acogían.
Y llego el gran momento: durante dos horas estuvimos en la calle hablando con la gente para invitarla a la iglesia, para estar con Jesús. Acogimos a los que vinieron, les presentamos a Jesús y rezamos por ellos.
Terminamos con otro rato de oración nosotros, presentando a todas las personas con las que habíamos estado.
Cuando terminamos todo estuvimos hablando qué tal nos había ido a cada uno y al parecer a algunos jóvenes de la calle nuestra propuesta les parecía "una movida muy chunga".
¡Bendito sea Dios que nos llama a hacer locuras como invitar a los jóvenes a la Iglesia!
Queremos agradecer al equipo de Pontevedra que estuvo preparando todo para nuestra llegada y a la parroquia de Santa María por acogernos y rezar también por nosotros.
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